Champagne vs. Vino: ¿Cuál tiene menos calorías para mantener la línea?

Si eres un amante de los vinos, seguramente te has preguntado alguna vez si la champagne engorda menos que el vino. Y aunque ambas bebidas pueden formar parte de una dieta equilibrada, la realidad es que una de ellas suele ser más recomendable que la otra si estás cuidando tu figura.

Calorías en la champagne y el vino

Lo primero que debemos destacar es que ambos tipos de bebida son alcohólicos, y como tal, contienen calorías. En el caso de la champagne, una copa de 100 ml suele contener alrededor de 70 calorías. Por su parte, el vino puede tener un rango de entre 80 y 130 calorías por cada copa de 100 ml, dependiendo del tipo de vino que estemos consumiendo.

Contenido de azúcar

Otro de los factores que puede influir en la supuesta capacidad de engordar de la champagne y el vino es su contenido en azúcar. En este caso, la champagne suele tener un contenido ligeramente inferior de azúcar que el vino, aunque esto también variará según el tipo de champagne o vino que se trate.

El alcohol, factor determinante

Si bien es cierto que el contenido de azúcar y las calorías en sí mismas pueden ser un indicador de si una bebida engorda más o menos, el factor determinante es indudablemente el contenido de alcohol. En este sentido, la champagne suele tener un contenido alcohólico menor que el vino, lo que la convierte en una opción más ‘ligera’ desde el punto de vista calórico.

Dicho esto, hay que tener en cuenta que ambas bebidas pueden ser un enemigo para nuestra dieta si se consumen en exceso. Por ello, es importante saber controlar su ingesta y consumirlas con moderación.

Champagne o vino, ¿qué beber si estás cuidando tu figura?

Después de todo lo anterior, lo cierto es que la respuesta a la gran pregunta es compleja. Todo dependerá de las circunstancias de cada persona y de su alimentación diaria. Pero, si se trata de elegir entre champagne o vino para cuidar nuestra figura, se podría decir que la champagne puede ser una opción más adecuada.

De todas formas, hay que tener en cuenta que la mejor opción siempre será la de reducir el consumo de bebidas alcohólicas en la medida de lo posible, y optar por una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable.

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