Si eres un amante del vino, sabes muy bien que la vida es demasiado corta para beber mal vino. Sin embargo, también sabes que a veces, incluso las botellas más excepcionales no se terminan de una sola vez. Y aquí es cuando surge la pregunta, ¿qué hacer con una botella de vino abierta? Muchos recomiendan simplemente beberlo, incluso si ya ha pasado un par de días. Sin embargo, existen varias alternativas para utilizar el vino y sacarle el máximo provecho sin tener que desecharlo.
1. Cocinar con el vino sobrante.
Una excelente manera de darle uso a ese vino que te sobró es utilizándolo en la cocina. El vino puede ser un ingrediente esencial en muchas recetas, desde salsas hasta guisos y postres. El vino rojo es perfecto para platos de carne, como estofados y guisos, mientras que el vino blanco es ideal para cocinar pescados y mariscos. Además, también puedes utilizar el vino en la preparación de ciertas frutas, como membrillos y peras al vino tinto. ¡Deja volar tu imaginación en la cocina!
2. Congelar el vino sobrante.
Cuando a un vino sólo le queda un poco en la botella, es buena idea congelarlo antes de que se estropee. Algunos vinos pueden cambiar de sabor cuando se congelan y descongelan, pero si lo utilizas en la cocina o en una bebida preparada, como un sangría o vino caliente, probablemente no notarás la diferencia. Algunos expertos sugieren que si vas a congelar el vino, debes hacerlo lo antes posible después de abrir la botella.
3. Utilizar el vino sobrante para hacer sangría.
La sangría es una bebida típica española, especialmente en verano. Si tienes vino sobrante, esta es una excelente manera de darle uso. La sangría generalmente se elabora con vino tinto, frutas, zumo de naranja o limón y algún tipo de licor. Puedes improvisar con los ingredientes y crear tu propia receta de sangría. Una vez que esté lista, simplemente sírvela con hielo y disfrútala en buena compañía.
4. Hacer vinagre con el vino sobrante.
Si te gusta cocinar y preparar tus propios aderezos, el vino sobrante es una excelente opción para hacer vinagre. Para hacer tu propio vinagre, simplemente debes verter el vino sobrante en un frasco de vidrio y dejarlo en un lugar fresco y oscuro durante unas semanas. Remueve la mezcla cada pocos días. Con el tiempo, el vinagre irá cogiendo forma y sabor. Una vez que hayas alcanzado la acidez deseada, filtra el vinagre y guárdalo en una botella de vidrio oscura en tu despensa.
5. Elaborar una reducción de vino tinto.
Una reducción de vino tinto es excelente para darle un toque sofisticado a cualquier plato. Es especialmente deliciosa en carnes rojas, como filetes o costillas. Para hacer una reducción de vino tinto, cocina el vino sobrante a fuego lento hasta que se espese y adquiera un sabor intenso. Puedes añadir especias y hierbas, como romero y tomillo, para darle un toque extra de sabor.
6. Utilizar el vino sobrante para hacer un caldo.
El vino sobrante es excelente para hacer un caldo de sabor intenso. Un caldo de pollo, por ejemplo, puede mejorar su sabor usando vino blanco. Simplemente añade el vino sobrante a tu caldo de pollo favorito y deja cocinar a fuego lento durante unas horas para que los sabores se integren. El resultado será un caldo más sabroso y con un toque de elegancia.
7. Dejarlo en almacenamiento potencialmente protegido del aire.
Una de las formas más sencillas de conservar el vino sobrante es guardarlo en la nevera con el corcho bien sujetado. Sin embargo, a menudo, incluso eso no es suficiente, especialmente si la botella ya ha sido abierta durante varios días. Para proteger el vino del oxígeno, que es el enemigo número uno del vino, puedes utilizar un vacu-vin o un tapón de vino al vacío. Estos dispositivos reducen la cantidad de oxígeno que entra en la botella y prolongan la vida útil del vino sobrante.
8. Realizar un análisis comparativo.
¿Por qué no aprovechar para hacer una cata de distintos vinos y tener como referencia el vino que sobró? Abre una botella de vino tinto nuevo y otra de vino de la misma uva, pero con unos pocos años de envejecimiento. Huele y saborea los vinos y compáralos con el vino sobrante. Prueba a comparar vinos de distintas regiones, el mismo vino de varias añadas, distintas variedades, etc.
9. Beberlo con moderación.
Por último, si no tienes ganas de cocinar, estás sola o simplemente no te apetece otra botella de vino, puedes beber el vino sobrante. Si bien algunos vinos pueden aguantar varios días después de abrirse, apreciarás mejor su sabor si lo terminas lo antes posible. Sirve una pequeña copa de vino para tu cena o compártela con un amigo o familiar. Recuerda que el vino es para disfrutar y compartir, y aunque le hayas quitado el corcho hace unos días, todavía puede ser delicioso.
Epílogo
Ya sea que prefieras añadir tu vino sobrante a una receta o simplemente disfrutar de una copa, existen muchas formas de darle uso al vino que te sobra. Con un poco de creatividad, podrás sacarle el máximo provecho y disfrutar del sabor y aroma de tus vinos favoritos incluso después de varios días de abiertos. ¡Salud!