El mundo del vino está lleno de términos técnicos y jerga especializada que pueden parecer confusos e intimidantes para los bebedores más informales. Uno de los términos que puede haber oído es «mal BEC». Pero, ¿qué significa exactamente este término? En este artículo, descubrirá todo lo que necesita saber sobre el mal BEC, desde su definición hasta su impacto en el vino.
Definición de mal BEC
El mal BEC, también conocido como ácido butírico, es un compuesto químico producido por ciertas bacterias durante la fermentación. Esta bacteria puede ser introducida en el vino por una variedad de razones, incluyendo una higiene deficiente durante la producción del vino.
Si bien el mal BEC es solo uno de los muchos compuestos que pueden estar presentes en un vino, se distingue por su olor y sabor a mantequilla rancia o queso añejo. Algunas personas pueden disfrutar de estos sabores y aromas, mientras que para otros puede ser un sabor desagradable.
Cómo afecta el mal BEC al vino
El mal BEC tiene un impacto significativo en el sabor y aroma del vino. Si el vino se ve afectado por este compuesto durante la fermentación, puede adquirir un sabor y aroma a mantequilla o queso. Esto puede ser deseable en algunos tipos de vino, como el Chardonnay, donde esos sabores y olores forman parte de la tradición del vino.
Sin embargo, el mal BEC es considerado un defecto en muchos otros tipos de vino, y puede hacer que el vino sea menos atractivo para los consumidores. El mal BEC también puede afectar la estructura del vino, haciéndolo más suave e indulgente al paladar.
Cómo se previene el mal BEC
Prevenir el mal BEC en los vinos no es difícil, pero requiere cuidado y paciencia durante la producción. Las bodegas deben asegurarse de que sus instalaciones estén limpias y libres de bacterias que puedan causar el mal BEC. También pueden usar conservantes, como la adición de dióxido de azufre al vino o mantener un pH bajo, para evitar el crecimiento de bacterias.
Ciertas prácticas de vinificación, como el barril de fermentación o el roble nuevo, pueden aumentar el riesgo de mal BEC. Algunos vinos son más propensos a verse afectados por el mal BEC que otros, y los consumidores a menudo se llegan a acostumbrar a su presencia en algunos vinos.
Cómo detectar mal BEC en el vino
El mal BEC es fácilmente detectable en el vino gracias a su olor y sabor característicos. Si bien algunas personas pueden disfrutar del sabor y aroma a mantequilla o queso en el vino, generalmente se considera un sabor desagradable. Si se encuentra en una copa de vino, puede ser un indicador de problemas en el proceso de producción del vino.
Si sospecha que un vino está contaminado con mal BEC, pruebe una pequeña cantidad antes de beber una copa entera. Si el sabor y aroma es abrumador, es probable que el vino esté afectado por el mal BEC.
Tipos de vino que tienen mal BEC
Si bien puede haber algo de variación de un productor a otro, hay algunos tipos de vino que tradicionalmente han sido más propensos a verse afectados por el mal BEC. Estos vinos incluyen:
- Chardonnay
- Pino
- Cabernet Sauvignon
- Merlot
- Marsanne
- Viognier
Es importante tener en cuenta que no todos los vinos de estos tipos se verán afectados por el mal BEC, y algunos productores pueden tener más éxito en evitarlo que otros.
Epílogo
El mal BEC es un compuesto químico que puede afectar el sabor y aroma de los vinos, especialmente de ciertos tipos de vinos como el Chardonnay. Si bien algunos bebedores pueden disfrutar de estos sabores y olores, generalmente se considera un defecto en el sabor del vino. Para prevenir el mal BEC en los vinos, las bodegas deben asegurarse de que sus instalaciones estén limpias y libres de bacterias, y usar prácticas y conservantes adecuados durante la producción del vino.