Consejos para conservar tu vino fresco en los días de verano

El verano es sinónimo de sol, playa, piscina, barbacoas y cata de vinos. El vino es una bebida muy refrescante y agradable en situaciones estivales, sin embargo, la conservación del vino en verano puede resultar un poco complicada. En este artículo vamos a repasar los principales cuidados que debemos tener en cuenta para conservar el vino en verano, de forma que podamos seguir disfrutando de un buen vino, aunque las temperaturas alcancen niveles muy elevados.

Temperatura adecuada para conservar el vino

La temperatura es uno de los elementos clave para la conservación del vino. Debemos asegurarnos de que la temperatura de nuestro espacio de almacenamiento oscile entre los 10 y los 15 grados. Por encima de esta temperatura, el vino comenzará a deteriorarse mucho más rápidamente, lo que puede ser una auténtica catástrofe en verano. Por ello, lo ideal es tener una nevera de vinos o una cava especial para mantenerlos a la temperatura adecuada.

Humedad en la habitación de almacenamiento

Además de la temperatura, la humedad es otro factor que debemos tener muy en cuenta a la hora de conservar el vino en verano. La humedad adecuada para el vino debería estar entre el 60% y el 70%. Si la humedad es demasiado baja, el corcho se secará y se reducirá el nivel de protección contra el aire y la luz, por lo que el vino se estropeará antes. En cambio, si la humedad es demasiado alta, es posible que se formen mohos en el corcho, lo que también estropearía el vino.

Evitar cambios bruscos de temperatura

Es vital que no expongamos el vino a cambios bruscos de temperatura. Las botellas de vino no deben exponerse al sol directo y es recomendable que el espacio de almacenamiento esté en una zona fresca. Si tenemos que transportar una botella de vino en el coche, debemos tener cuidado de que no esté demasiado expuesta al sol, de lo contrario, la temperatura subirá y el vino se deteriorará.

Guardar el vino en posición horizontal

La posición en la que guardamos las botellas de vino es una cuestión fundamental. Es importante que las botellas estén en horizontal, lo que significa que el vino está en contacto con el corcho, lo que ayuda a evitar que el corcho se seque y se deteriore. Los vinos que tienen tapones de rosca pueden almacenarse en cualquier posición porque no necesitan el contacto con el corcho para estar protegidos.

Ubicación del vino

Otro factor importante a considerar es dónde mantenemos nuestras botellas de vino. Nunca debemos tenerlas en una zona de la casa donde haga sol directo y en la que se alcancen temperaturas altas. Lo ideal es buscar un lugar fresco y oscuro, alejado de la luz solar directa. Si no tenemos una bodega o una habitación especial para el vino, una despensa en la que seamos capaces de mantener la temperatura y la humedad constante puede ser una buena opción.

Controlar el consumo

Por último, no podemos olvidar que el consumo del vino también influye en su conservación. Debemos tratar de abrir nuestra botella de vino justo antes de servirla, y siempre es recomendable que la abramos una hora antes de consumirla. Si abrimos una botella y no la consumimos en su totalidad, podemos guardarla tapada en la nevera para evitar que se oxide demasiado, ya que se empiezan a perder todas las propiedades inmediatamente nada más abrir la botella.

Epílogo

El vino es una bebida que podemos disfrutar durante todo el año, pero en verano hay que tomar medidas especiales para garantizar su conservación. Los factores más importantes son la temperatura, la humedad y la ubicación del vino. La clave para disfrutar del vino este verano está en encontrar un lugar adecuado para almacenarlo y asegurarnos de que su consumo sea controlado.

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