Introducción
Los taninos son compuestos orgánicos que se encuentran en las uvas, las semillas y las hojas de la vid y le otorgan al vino su sabor astringente y amargo. Son considerados beneficiosos para la salud pero, a veces, pueden ser excesivos y resultar desagradables al paladar. En este artículo te enseñaremos cómo eliminar los taninos del vino para que puedas disfrutar de una copa suave y equilibrada.
¿Qué son los taninos?
Los taninos son compuestos polifenólicos que se encuentran de forma natural en algunas plantas, como la vid, y son los responsables de dar al vino su sabor astringente y amargo. Aunque se encuentran en una gran variedad de frutos y vegetales, las uvas son particularmente ricas en taninos.
En la vid, los taninos se encuentran en las hojas, las semillas y la piel de la uva. Durante la fermentación del vino, los taninos se liberan del hollejo de las uvas y se mezclan con el mosto. En general, los vinos tintos tienen más taninos que los blancos debido a que se fermentan con las pieles y las semillas durante más tiempo.
¿Por qué eliminar los taninos?
Los taninos no son perjudiciales para la salud, sino todo lo contrario. Son antioxidantes naturales que ayudan a prevenir enfermedades cardíacas y cáncer. Además, los taninos le dan al vino su estructura y su capacidad de envejecimiento.
Sin embargo, en algunas ocasiones, un exceso de taninos puede resultar desagradable al paladar. El vino puede tener un sabor astringente y amargo, y una sensación de sequedad en la boca después de beberlo. En estos casos, es recomendable reducir los taninos para equilibrar el sabor del vino y evitar que sus características propiedades perjudiquen su disfrute.
Cómo eliminar los taninos del vino
Existen diversas maneras de reducir los taninos en el vino. A continuación, te presentamos las técnicas más efectivas:
1. Decantación
La decantación es una técnica sencilla y efectiva para reducir los taninos en el vino. Para ello, simplemente necesitarás una jarra de cristal y un embudo. Vierte el vino en la jarra, asegurándote de que el sedimento del fondo de la botella no se transfiera a la jarra. A medida que el vino se oxigena al contacto con el aire, los taninos empezarán a romperse y a evaporarse.
Déjalo reposar durante unos minutos o incluso horas, según tu preferencia. Pasado este tiempo, vierte el vino de la jarra de nuevo en la botella, de forma cuidadosa para evitar volver a depositar el sedimento en la botella. Si lo deseas, también puedes utilizar una malla de decantación para atrapar las partículas más finas.
2. Añadir clara de huevo
Aunque pueda parecer extraño, añadir clara de huevo al vino es una técnica empleada desde la antigüedad para reducir los taninos. La proteína de la clara de huevo se une a los taninos, reduciendo su percepción en el paladar.
Para llevar a cabo esta técnica, separa la clara de la yema del huevo y bátela con un tenedor hasta que quede bien espumosa. Añade la clara al vino y bátelo todo ligeramente. Deja reposar el vino durante unas horas para que la clara y los taninos se unan, y luego coloca un filtro de café sobre una jarra limpia y vierte el vino a través de él.
3. Filtrado
El filtrado es una técnica muy utilizada por los enólogos para reducir los taninos en el vino. Consiste en pasar el vino por un filtro de carbón activado que retiene los taninos y las partículas en suspensión en el líquido. De esta forma, se obtiene un vino más suave y equilibrado.
Esta técnica requiere de un equipo especializado que no todos los aficionados al vino pueden disponer. Sin embargo, es una técnica muy efectiva, especialmente en la industria vitivinícola.
4. Envejecimiento
Por último, el envejecimiento es una técnica natural que ayuda a reducir los taninos del vino con el tiempo. A medida que el vino madura en la botella, los taninos se descomponen y se suavizan, dando lugar a un sabor más complejo y equilibrado.
Epílogo
Como hemos visto, los taninos son compuestos beneficiosos para la salud que aportan al vino su sabor astringente y amargo. Sin embargo, en algunas ocasiones pueden resultar desagradables al paladar. Afortunadamente, existen varias técnicas para reducir los taninos en el vino, como la decantación, la adición de clara de huevo, el filtrado y el envejecimiento. Elige la técnica que mejor se adapte a tus necesidades y disfruta de una copa suave y equilibrada.