El vino es una bebida que nos acompaña desde hace siglos y que se ha convertido en un símbolo de distinción y elegancia. Sin embargo, cuando compramos una botella de vino, surge la duda de cómo debemos almacenarla para que conserve sus propiedades y sabor.
¿Guardamos el vino de pie o tumbado?
Esta es una pregunta que muchos aficionados al vino nos hemos hecho. Algunos dicen que el vino debe almacenarse de pie, mientras que otros afirman que lo mejor es hacerlo tumbado. Por eso, en este post vamos a aclarar esta duda y te daremos algunos consejos para que puedas guardar tu vino de la mejor manera.
El vino de pie
Empecemos por el primer punto de discusión: almacenar el vino de pie. Esta forma de guardar el vino se ha popularizado en los últimos años, especialmente en aquellos hogares que no disponen de una bodega con las condiciones de temperatura y humedad adecuadas. Al almacenar el vino de pie, se evita que el corcho entre en contacto directo con el vino, lo que a su vez previene que este se desintegre o contamine.
Además, almacenar el vino de pie implica que pueden ser almacenadas más botellas en el mismo espacio y con mayor facilidad, algo ideal para aquellos que tienen una colección extensa de vinos. Sin embargo, hay que tener cuidado, ya que en botellas con corchos secos y viejos, almacenarlas de pie puede acelerar la oxidación del vino.
El vino tumbado
Por otro lado, tenemos el almacenamiento del vino tumbado. Esta técnica tiene la finalidad de mantener el corcho en constante contacto con el vino, lo que lo mantiene húmedo y sellado. Es ideal para vinos de guarda, que pueden permanecer almacenados durante mucho tiempo sin sufrir daños en su sabor y aroma. El vino tumbado impide el ingreso de aire y permite que el vino envejezca lentamente.
En resumen, la forma de guardar el vino es importante para su correcta evolución y preservación de sus propiedades. El almacenamiento de vino debe estar en un lugar fresco, seco y oscuro, lejos de la luz directa del sol y vibraciones. En general, si almacenamos botellas de vino que pretendemos consumir en un futuro próximo, el almacenamiento en posición vertical es adecuado. Si lo que queremos es guardar una botella de vino de forma prolongada, lo ideal es conservarla en posición horizontal en contacto con el corcho, para favorecer su humectación y sellado.
Consejos para almacenar vino
Además de saber si es mejor almacenar nuestro vino de pie o tumbado, existen ciertos consejos usados por los expertos del vino a la hora de guardar sus botellas. Enumeramos algunos de ellos a continuación:
- Mantén tus vinos alejados de aparatos electrónicos, ya que generan calor.
- Trata de evitar almacenar botellas de vino en la nevera, ya que el frío excesivo puede dañar el aroma y el sabor.
- No muevas las botellas de vino con frecuencia y evita vibraciones, que pueden dañar el vino.
- Procura almacenar tus botellas de vino de manera ordenada, para saber qué botella beber en cada ocasión.
- Si lo necesitas, puedes etiquetar tus botellas para saber la fecha de compra, el tipo de uva y la bodega.
Epílogo
En conclusión, la forma en que se almacena el vino depende directamente de su uso. Si es una botella que vamos a consumir en breve, podemos guardarla en posición vertical. Para los vinos que tienen un período de guarda prolongado, lo recomendable es colocar la botella en posición horizontal, en contacto con el corcho, para mantenerlo en condiciones óptimas. Siempre debemos recordar que el vino necesita un ambiente fresco, seco y oscuro para su mayor conservación y que mantenerlo en espacios con temperaturas excesivas y cambios bruscos afecta su calidad y sabor.
