Conoce la diferencia entre vino crianza y reserva en solo unos pasos

Los vinos son una bebida milenaria de la que se han escrito libros, se han hecho películas y se han cantado baladas yodlelescas desde hace siglos en todo el mundo. Pero la calidad del vino no se mide solo por el sabor o el aroma. Hay muchos factores que afectan la calidad de un vino y, uno de ellos, es el tiempo de crianza.

Qué son los vinos de crianza

El tiempo de crianza es el período de tiempo que el vino pasa en barrica de roble, botella o ambos. Durante este tiempo, el vino madura, evoluciona y se afina, adquiriendo nuevos sabores y aromas.

Un vino de crianza es un vino que ha sido envejecido durante un período mínimo establecido legalmente por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen (D.O.) respectiva. Es decir, los vinos de crianza son aquellos que han sido envejecidos durante un período determinado de tiempo dentro de la barrica y en la botella, cumpliendo con los requisitos establecidos por cada D.O.

Diferencias entre vino de crianza, reserva y gran reserva

Aunque la mayoría de los vinos se benefician del envejecimiento, no todos los vinos son iguales. Los vinos de crianza, reserva y gran reserva se diferencian por el tiempo que han pasado en barrica y botella, y también por las características de su elaboración.

Los vinos de crianza son vinos que han sido envejecidos en barricas de roble durante al menos 6 meses.

Por otro lado, los vinos de reserva son vinos que han sido envejecidos en barrica de roble durante al menos 12 meses y que, además, han pasado al menos 24 meses en la botella.

Por último, los vinos de gran reserva son vinos que han sido envejecidos en barrica de roble durante al menos 18 meses y que, además, han pasado al menos 36 meses en la botella.

Cómo saber si un vino es crianza o reserva

Una vez conocidos los tiempos de crianza de los vinos, es importante saber cómo interpretar la información que aparece en la etiqueta. Para saber si un vino es crianza, simplemente hay que buscar la palabra «crianza» en la etiqueta.

En cambio, para saber si un vino es reserva o gran reserva, es necesario prestar atención a la cantidad de tiempo que el vino ha estado envejeciendo en barrica y botella, ya que no todos los vinos de más de 12 meses envejecidos son necesariamente de reserva o gran reserva.

También es importante comprobar si el vino cumple con los requisitos establecidos por la D.O., lo que se puede hacer consultando el sitio web D.O o la propia etiqueta del vino.

Beneficios de los vinos de crianza y reserva

Los vinos que han pasado un tiempo adecuado de crianza en barrica y botella son vinos que han mejorado su calidad, aroma y sabor. Además, los vinos de crianza y reserva tienen mayores cantidades de polifenoles, que son compuestos químicos que aportan propiedades antioxidantes al vino y que pueden ayudar a reducir los efectos negativos del envejecimiento y prevenir algunos tipos de enfermedades.

Además, beber vinos de crianza y reserva se considera una experiencia más sofisticada y elegante, lo que los coloca en una categoría superior en el mundo del vino.

Epílogo

En conclusión, los vinos de crianza, reserva y gran reserva son vinos de calidad superior que han pasado un tiempo determinado en barrica y botella, cumpliendo con requisitos especificados en cada D.O. para asegurar su calidad y sabor. Es importante saber cómo interpretar la información de la etiqueta del vino, para apreciar adecuadamente las características de estos vinos y distinguirlos de los vinos jóvenes o sin crianza.

Además, consumir vinos de crianza y reserva no solo ofrece una gama más amplia de sabores y aromas, sino que también aporta múltiples beneficios para la salud. Por lo tanto, es recomendable incluir estos tipos de vino en una dieta saludable.

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