¿Alguna vez te ha pasado que abres una botella de vino y no tienes un tapón adecuado para cerrarla? Pues no te preocupes porque en este artículo vamos a enseñarte varias formas de tapar una botella sin tapa. Ya no tendrás que preocuparte porque el vino se dañe o pierda su sabor.
Cubrir la botella con papel de aluminio
Una de las formas más sencillas y rápidas de tapar una botella de vino sin tapa es cubrirla con papel de aluminio. Para hacerlo, simplemente tienes que cortar un trozo de papel lo suficientemente grande como para cubrir la boca de la botella y después sujetarlo con fuerza alrededor del cuello.
Usar un corcho improvisado
Si no tienes un tapón de corcho a mano, siempre puedes improvisar uno con algún otro objeto que tengas por casa. Por ejemplo, puedes usar una pelota de goma o una tapa de plástico de algún envase de comida. Para hacerlo, solo tienes que asegurarte de que el objeto en cuestión sea del tamaño adecuado para encajar en la boca de la botella y formar un sello hermético.
Utilizar una bolsa de plástico
Otro método sencillo es colocar una bolsa de plástico sobre la boca de la botella y luego ajustarla firmemente al cuello con una banda elástica. Asegúrate de que la bolsa quede bien ajustada y sin aire, ya que de lo contrario el vino podría oxidarse.
Tapar la botella con un tapón de corcho
Si tienes un tapón de corcho pero no es del tamaño adecuado para la botella, no te preocupes: puedes cortarlo y darle la forma que necesitas. Para ello, solo necesitas un cuchillo bien afilado y un poco de paciencia. Una vez que hayas recortado el tapón a la medida correcta, insértalo en la botella y asegúrate de que esté bien ajustado.
Crear un tapón con un trozo de tela
Si no tienes un tapón de corcho y no quieres improvisar con otros objetos, siempre puedes hacer uno casero con un trozo de tela. Para ello, corta un pedazo de tela del tamaño adecuado y frunce los bordes para formar un bolsillo. Rellena el bolsillo con algún material blando, como algodón o lana, y luego sujeta la tela alrededor del cuello con una banda elástica. Asegúrate de que la tela quede bien ajustada para formar un sello hermético.
Usar un tapón de cristal
Si tienes un tapón de cristal pero no es del tamaño adecuado para la botella, una solución es calentarlo ligeramente con agua caliente o un soplete para que se ablande. Una vez que esté suave, podrás moldearlo con las manos para que se ajuste a la botella. Después, déjalo enfriar y ya podrás tapar tu botella sin problemas.
Tapar la botella con un tapón de plástico
Si no tienes un tapón de corcho pero sí tienes un tapón de plástico de alguna botella anterior, puedes usarlo para tapar la botella de vino que estás abriendo. Simplemente asegúrate de que el tapón de plástico esté en buen estado y que tenga el tamaño adecuado para la botella de vino.
Usar un tapón de silicona
Si eres un amante del vino, es posible que tengas un tapón de silicona en casa. Este tipo de tapones son muy útiles porque se ajustan a la perfección a la boca de la botella de vino y forman un sello hermético que evita la oxidación del vino. Si tienes uno a mano, no dudes en usarlo.
Cubrir la botella con film transparente
Otra opción es cubrir la boca de la botella con film transparente y luego ajustar el plástico alrededor del cuello con una banda elástica. Asegúrate de que el film quede bien ajustado y que no quede aire en su interior para que el vino no se oxide.
Epílogo
Como has podido ver, existen muchas formas de tapar una botella de vino sin tapa. Todas ellas son muy sencillas y requieren de materiales que tienes en casa. De esta manera, podrás disfrutar de tu vino durante varios días sin temor de que pierda su sabor o se dañe. ¿Has probado alguna de estas sugerencias? ¿Tienes algún otro truco para tapar una botella de vino? ¡Comparte tu experiencia con nosotros en los comentarios!