Diferencias entre degustación y cata: todo lo que necesitas saber

En el mundo del vino, a menudo se usan indistintamente los términos «degustación» y «cata», pero en realidad no son lo mismo. Ambos términos se refieren a la evaluación de un vino, pero se realizan con objetivos y metodologías diferentes. En este artículo vamos a profundizar en qué diferencia hay entre degustación y cata de vinos.

La degustación de vinos

La degustación de vinos es una práctica común en muchos contextos distintos. Puede ser parte de una visita a una bodega, una actividad de empresa, una cata privada con amigos o simplemente un momento de disfrute personal. El objetivo de la degustación es disfrutar del vino y apreciar sus características organolépticas: el color, el aroma y el sabor.

En una degustación de vino, no es necesario seguir un protocolo específico ni utilizar un lenguaje técnico. Simplemente se trata de coger la copa de vino, examinar su aspecto visual, olerlo y saborearlo. Se pueden hacer comparaciones con otros vinos, dar opiniones personales o compartir impresiones con otros catadores.

La cata de vinos

La cata de vinos, por otro lado, es una actividad más técnica y formalizada. Su objetivo es evaluar el vino de forma objetiva, utilizando criterios estandarizados y un lenguaje específico. La cata se basa en una metodología rigurosa en la que se evalúan aspectos como el color, el aroma, el sabor, la estructura y la persistencia.

En una cata de vinos, los catadores suelen seguir un protocolo específico, utilizando una hoja de evaluación o una ficha técnica. Se utilizan términos específicos para describir las características organolépticas del vino, como «frutal», «floral», «especiado», «mineral», «tánico», «acídulo» o «redondo».

La diferencia entre degustación y cata de vinos

En resumen, la principal diferencia entre la degustación y la cata de vinos radica en su objetivo y en su metodología. La degustación busca apreciar y disfrutar el vino, sin seguir un protocolo específico ni utilizar un lenguaje técnico. Por su parte, la cata busca evaluar el vino de forma objetiva y estandarizada, utilizando un protocolo específico y un lenguaje técnico.

En términos prácticos, la degustación puede ser una actividad más informal y lúdica, que se puede realizar en cualquier momento y lugar sin necesidad de seguir un protocolo específico. En cambio, la cata de vinos suele realizarse en contextos más formales y requiere una preparación previa.

Epílogo

En definitiva, tanto la degustación como la cata de vinos tienen su lugar en el mundo del vino y ambas son actividades válidas y enriquecedoras. La elección de una u otra dependerá del contexto, los objetivos y las preferencias personales de cada uno. Es importante recordar que lo importante no es ser un experto en vinos, sino disfrutar del proceso de descubrir y aprender cosas nuevas sobre este fascinante mundo.

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