Si eres un amante del vino, seguro que te has preguntado alguna vez qué se debe tomar primero, agua o vino. La respuesta no es tan sencilla como parece, ya que depende de varios factores, como el tipo de vino, la ocasión, el maridaje y, por supuesto, la cultura de cada lugar.
El agua y el vino en la cultura occidental
En la cultura occidental, es común tomar agua junto con el vino durante la comida. Sin embargo, existe una creencia popular de que el agua debe evitarse antes de beber vino, ya que puede «arruinar» el sabor del vino y, por tanto, la experiencia de degustarlo.
Esta creencia no está respaldada por ningún estudio científico, y de hecho, algunos expertos recomiendan tomar agua antes de beber vino para hidratar el organismo, evitar la deshidratación y reducir los efectos negativos del alcohol en el cuerpo.
¿Qué se debe tomar primero, agua o vino?
La realidad es que no hay una respuesta única a esta pregunta, ya que depende de varios factores, como el tipo de vino, la ocasión y el maridaje. A continuación, analizamos cada caso detalladamente:
1. Vinos blancos y rosados
En general, los vinos blancos y rosados suelen tomarse frescos, por lo que es recomendable tomar una copa de agua antes de beberlos para refrescar el paladar y abrir las papilas gustativas. Además, el agua ayuda a hidratar el cuerpo y reduce la sensación de sequedad en la boca que pueden provocar algunos vinos blancos y rosados.
2. Vinos tintos
Los vinos tintos suelen tener una graduación alcohólica más elevada que los vinos blancos y rosados, por lo que es recomendable tomar agua antes de beberlos para hidratar el organismo y reducir los efectos negativos del alcohol en el cuerpo. Además, el agua ayuda a limpiar el paladar después de cada copa de vino, lo que permite apreciar mejor sus sabores y aromas.
3. Maridaje
El maridaje es el arte de combinar vinos y alimentos de manera que se complementen y potencien sus sabores. En este caso, la elección del vino o del agua depende de cada plato y de cada vino. En general, se recomienda tomar agua cuando se come alimentos picantes, salados o ácidos, ya que el vino no suele combinar bien con estos sabores.
4. Ocasión
Por último, la ocasión también es importante a la hora de elegir entre agua o vino. En una cena formal, por ejemplo, es habitual comenzar con una copa de champán o vino blanco, mientras que en una cena de amigos en casa se puede comenzar con una copa de vino tinto para acompañar una tabla de quesos y embutidos.
En conclusión
En definitiva, no hay una respuesta única a la pregunta de qué se debe tomar primero, agua o vino. En general, se recomienda tomar agua antes de beber vino para hidratar el organismo y reducir los efectos negativos del alcohol en el cuerpo. Sin embargo, la elección entre agua y vino dependerá del tipo de vino, la ocasión, el maridaje y, por supuesto, de cada persona y su cultura.
